Es una triste realidad. Inocultable, dolorosa, incómoda, así haya quienes quieran defender a capa y espada la gestión del alcalde de Ibagué, Luis H. Rodríguez, y caigan en sus métodos de persuasión. El estadio Manuel Murillo Toro es uno de los peores del país, y como tal, tiene una zona de prensa deprimente, que de a poco se convierte en una cloaca de palomas. Y no exageramos.Estas fotografías fueron tomadas el pasado sábado, en la victoria (2-0) del Deportes Tolima frente a Águilas Doradas, por la fecha 12 de la Liga Postobón 2 2014. En ellas, se puede observar de forma clara cómo en el piso, escritorio y ventanales de una de las cabinas hay excrementos de estas aves, toda una plaga en este escenario deportivo.
Pero no sólo es eso: Algunos de estos cubículos de transmisión no cuentan con servicio de energía permanente por los daños que registran enchufes y demás conexiones; el baño que en esta zona no tiene el mejor aspecto; hay cabinas en las que faltan ventanales y sillas, y en otras, el piso está roto. Ello sumado a que los malos olores son la costumbre y el techado se convierte en un verdadero peligro por su fragilidad.
Aclaramos que esta es una problemática que tiene viejos antecedentes. Ya en 2011, en la administración de Jesús María Botero, esta redacción había hecho un compilado envideo de cómo se encontraba este sector, dedicado a la crónica deportiva. Y a hoy, cuando se supone que estamos a un año y dos meses para recibir la edición número 20 de losJuegos Deportivos Nacionales, la situación es ridícula; por no decir más.
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(Video grabado en septiembre de 2011)
El lunes pasado, Luis H. ‘sacó el paraguas’ y dijo que la inversión que se tiene contemplada para las justas deportivas, cercana los 14 mil millones de pesos, no contempla una remodelación de las cabinas, sino reforzamientos estructurales en la tribuna occidental, nuevos camerinos al estilo FIFA y silletería en las localidades de oriental y sur.
Tomado de: www.elrincondelvinotinto.com