Un buen combate pero los jueces dieron ganadora a la local.
No dejó mayores dudas en su exhibición boxística la representante del Japón Tsukimi Namiki en su triunfo sobre Ingrit Valencia, estratégicamente fue muy cumplidora, pegó y se alejó, se protegió como debía y su rapidez le ayudó para esquivar el cuerpo a cuerpo donde se vio con mayores posibilidades a Ingrit que sobre el final mandó sus mejores golpes y se entregó al máximo pero esto no bastó para convencer a los jueces.
Esta pelea podría ser el final del ciclo Olímpico para Ingrit Valencia, después de una magnifica carrera de superación y de triunfos para el Tolima y Colombia en el boxeo femenino.
Para el Tolima la satisfacción a través de ella de haber podido estar en Rio de Janeiro y ahora en Tokio y contar con una medalla de bronce para la región, algo que ya tiene lugar en la historia del deporte tolimense.
Estuvo también en la Olimpiada el técnico Raúl Ortiz que es otro menos mencionado pero con igual reconocimiento, ya que guio a Ingrit en esta hazaña que significa participar en unos Juegos Olímpicos, donde solo reservan su asistencia los mejores del planeta y entre ellos están, estos valores surgidos en el sector del barrio Galarza, en medio de la humildad y el trabajo que les encumbró a ser nuestros muy buenos representantes.
Este es el deporte, tiene sus mejores momentos y otros donde vienen las caídas y ahora el regreso al país, a Ibagué, y tomar la decisión si esta, dependiendo de su condición física, para seguir intentando, o empezará a compartir experiencias o una vida sin el alto rendimiento deportivo, en cualquiera de los casos se ha cumplido una magnifica misión.