El vino tinto y oro continua sumando puntos pero sin convencer del todo en su fútbol.

El empate 1 a 1 Del Deportes Tolima frente al Deportivo Cali dejó en evidencia las dos caras de un Deportes Tolima que, si bien sigue sumando puntos para clasificarse a los cuadrangulares de la liga, aún genera interrogantes sobre su consistencia y propuesta futbolística, la apertura del marcador estuvo a cargo del verde con cabezazo de Jarlan Barrera que volvió a amargar a los Pijaos.
El primer tiempo fue un reflejo preocupante de imprecisiones defensivas, una medular sin ideas claras y una ofensiva carente de opciones.
Sin embargo, la reacción en el segundo tiempo demostró el carácter y la entrega de los jugadores Pijaos. El empuje de hombres como Juan Pablo Nieto, la chispa individual de Kevin Pérez en el previo al empate, fueron fundamentales para gestarlo, materializado por Gerson González, un cambio que, aunque tardío, dio réditos inmediatos.
Este despertar en la segunda mitad subraya la capacidad de lucha del equipo, pero también deja la sensación de que un planteamiento inicial más audaz y modificaciones más tempranas podrían haber inclinado la balanza a su favor.
Si bien el punto cosechado acerca al Tolima al umbral de la clasificación, la sensación general es que el equipo aún debe encontrar una identidad futbolística más definida y un funcionamiento colectivo más sólido para aspirar a ser un contendiente serio en los cuadrangulares. El próximo encuentro ante el Unión Magdalena se presenta como una oportunidad para reafirmar su camino hacia la siguiente fase y, sobre todo, para disipar las dudas en la afición, ansiosa por ver un equipo que no solo sume puntos, sino que también ofrezca un fútbol convincente y protagonista.

Foto: @cdtolima

Por DPerez

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