En una jornada clave por la cuarta fecha de los cuadrangulares semifinales del Grupo A de la Liga Betplay 2025-1,
el cuadro de la ‘Tierra Firme’ propinó un golpe de autoridad, venciendo a domicilio 1-3 a un América de Cali que se desdibuja cada vez más en sus aspiraciones. La victoria, más allá de los tres puntos, representa un envión anímico y estratégico para un Pijao que, con cada paso, quiere meterse en la conversación para disputar la gran final.
Los primeros compases fueron de estudio, pero la vocación ofensiva del visitante no tardó en manifestarse. La posesión y las transiciones rápidas eran la consigna del técnico pijao, quien planteó un partido inteligente, explotando los espacios y la velocidad de sus extremos.
La apertura del marcador llegó de una manera inesperada, pero no por ello menos celebrada por la hueste tolimense. Corría el minuto 20 cuando, en un infortunado despeje, el experimentado zaguero de América de Cali, Daniel Bocanegra, introdujo el balón en su propia portería, desatando el delirio en el banquillo visitante y el silencio en las tribunas del Pascual Guerrero. Este autogol fue un mazazo para los locales, que intentaron reaccionar con más ímpetu que claridad, mientras Tolima, con la ventaja, manejaba los hilos del partido con una serenidad admirable, controlando los tiempos y limitando las embestidas escarlatas.
No obstante, cuando el reloj marcaba el minuto 45+4 y el pitazo final del primer tiempo parecía inminente, apareció el talento individual de Duván Vergara. El extremo escarlata, con un gran remate sin dejar caer el esférico, logró vulnerar la portería pijao, inyectando una dosis de esperanza a la afición local y dejando un sabor agridulce en el vestuario visitante. El gol al filo del descanso significó un respiro para América y un aviso para Tolima de que el partido aún no estaba sentenciado y que la batalla por los tres puntos sería hasta el último suspiro.
Pero el Pijao tenía un as bajo la manga, y su nombre es Adrián Parra. El delantero, convertido en la figura indiscutible de la noche, salió al campo en la segunda mitad con la determinación de sentenciar el encuentro. Apenas iniciado el complemento, en el minuto 46, Parra recibió un balón filtrado con maestría y, con una definición impecable, volvió a poner en ventaja al Deportes Tolima, silenciando nuevamente al Pascual Guerrero. Este gol tempranero en la segunda mitad fue un golpe psicológico para América y un envión definitivo para un Tolima que no bajó la intensidad.
La exhibición de Adrián Parra no culminaría allí. En el minuto 74, el atacante volvió a ser protagonista, esta vez con una jugada de pura potencia y oportunismo. Tras una serie de rebotes en el área escarlata, Parra se encontró con el balón y, con la frialdad de un depredador, lo mandó al fondo de la red, sentenciando el 1-3 definitivo. Este doblete no sólo consolidó la victoria pijao, sino que también lo elevó como el jugador más destacado del partido, encarnando la eficacia y el ímpetu que caracterizan a este Deportes Tolima.
Con este resultado, el ‘Vinotinto y Oro’ se afianza en la cima del Grupo A, dejando al América de Cali con escasas posibilidades de clasificación y con la obligación de replantearse su camino en el certamen. La ilusión en Ibagué crece, y el sueño de una nueva estrella está más vivo que nunca.