El equipo rojiblanco y el conjunto pijao igualaron 1-1 en el estadio Metropolitano Roberto Meléndez en el compromiso válido por el primer duelo de los cuadrangulares semifinales.

Un encuentro que se dibujó con intensidad, se discutió con sudor y se selló con goles que se resistieron a llegar hasta que los relojes marcaban el segundo acto.
El conjunto tiburón, dirigido por el venezolano César Farías, tuvo iniciativa, posesión y momentos de esplendor técnico, pero careció de profundidad para vulnerar con claridad el férreo dispositivo defensivo que planteó Ismael Rescalvo desde el banco tolimense. Los primeros minutos fueron para los locales, que apretaron con su línea ofensiva, buscando conectar a Bacca con sus interiores, pero sin el filo necesario en los metros definitivos.
Tolima, siempre fiel a su libreto de orden táctico, espera paciente. Cuando tuvo la pelota, la trató con propiedad, y su gol llegó como consecuencia de una asistencia de laboratorio del delantero Gonzalo Lencina deajndo servido la esférica al lateral Cristian Arrieta, quien tras un zurdazo a ras de piso terminaría batiendo a Santiago Mele sobre el minuto 26. Fue un mazazo para Junior, que debió remar desde atrás ante un rival que sabe cerrar los caminos como pocos en el fútbol colombiano.
La reacción del cuadro rojiblanco no se hizo esperar. El rendimiento del lateral derecho Jhomier Guerrero fue determinante al convertir el gol que momentáneamente facilitó la paridad en el resultado quien en una jugada individual por costado derecho generaba el desborde que terminó en el gol del empate a pocos minutos de finalizar la primera parte, cercano a los 44 minutos de partido desatando el júbilo en las gradas del Metropolitano.
Ambos equipos buscaron desequilibrar en el tramo final, pero el ímpetu no fue suficiente. La pierna fuerte, los relevos defensivos y el desgaste físico marcaron el último cuarto del compromiso, dejando a ambos técnicos con sensaciones mixtas: Rescalvo satisfecho por sumar fuera de casa; Farías, inconforme por no haber capitalizado el dominio territorial.
En el balance, el empate deja abierto el grupo, aunque con la sensación de que Junior, por contexto y propuesta, mereció algo más. Asimismo, en esta instancia no hay espacio para lamentos y el cuadrangular es corto, dónde cada punto sumado puede ayudar en el objetivo principal de la clasificación.
Lo que sigue es aún más desafiante para ambos. Tolima regresará a Ibagué con la moral alta y la tarea de hacerse fuerte en casa. Junior, en cambio, tendrá que ir a buscar puntos lejos del Metropolitano si no quiere ver cómo se le escapa, una vez más, la posibilidad de disputar la estrella de mitad de año. La historia apenas comienza, pero ya hay señales claras de que este grupo será una batalla interminable con mucha resistencia hasta el último suspiro del cuadrangular.
La tabla deja a los cuatro equipos con 1 punto, y representa la gran oportunidad para que el equipo vinotinto y oro aproveche la localia en los próximos partidos ante Deportivo Independiente Medellín y el America de Cali quien tiene a su favor la denominada ventaja deportiva de +1.
9:48 p.m.

Foto internet

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