Columna de Opinión
Andrés Mauricio Hernández Gómez
Para nadie es un secreto que las últimas noticias relacionadas al Deportes Tolima generan expectativas fuertes si se analiza el camino que ha recorrido el equipo durante los últimos 2 meses, la afición que siempre alienta a los jugadores sin importar si forman parte de aquellos que solo acuden al Manuel Murillo Toro en las oportunidades de clasificación a las finales o de los verdaderos hinchas que en diferentes oportunidades adquieren la conocida tiquetera y su respectivo abono de presencia en todos los partidos a disputar en la ciudad de Ibagué.
El panorama siempre va a estar en dependencia directa del equipo porque, a pesar de que todo el mundo lo sabe, la única forma imbatible de lograr los objetivos consiste en obtener la victoria en todos los partidos, teniendo en cuenta esta situación, Deportes Tolima ha generado miedo hasta en las altas esferas burocráticas del máximo ente representativo de este deporte en Colombia al momento de cambiar los horarios previstos de la quinta jornada de los cuadrangulares en su participación actual del grupo B.
Y por mas que este equipo ha remado en contra de todos los pronósticos tanto de los que se bajaron del bus justo antes de la remontada frente a La Equidad en Bogotá como de los que ya tiene su boleta en mano para acudir y hacer presencia en las tribunas más prestigiosas de asistencia al estadio, siempre se ha reconocido que la unión hace la fuerza y parte de ello se ve en otros escenarios fuera de lo deportivo donde existen intereses y conflictos de por medio que a la hora de la verdad si tiene una gran influencia en las posiciones y comportamiento de aquellos que habitamos en esta región y país.
Faltan pocos días para conocer si realmente se formó parte de un recuerdo inolvidable ligado a la euforia o a la tristeza; mientras haya vida hay esperanza; creer es poder y, si no se sufre no es Tolima son algunas de las frases más oídas a lo largo de estos días previos posteriores al triunfo conseguido en la ciudad de Manizales que en este momento le permiten a una región sostener ese grato sentimiento ‘tóxico’ de apoyar una vez más al equipo que ha llevado el nombre de un departamento a grandes gestas nacionales e internacionales en el último siglo.