Se cumplió el deber por parte de los pijaos.

Deportes Tolima enfrentó al colero de las dos tablas de Dimayor, y la obligación era simple: sumar los tres puntos. Lo logró, sí, y eso es lo que cuenta en el frío balance de las estadísticas. Lo demás, honestamente, es material para el olvido.
El partido fue un bostezo, lento, con más pausas que juego y una alarmante falta de chispa, es una verdad que no se puede maquillar. Y ojo, reconocer esto no le quita valor a la victoria del equipo Pijao,al contrario, debió ser así; cualquier traspié hubiera sido un desastre, una inyección de pánico en la tribuna y una nueva grieta con la afición, pero al final… se sumó.
El rival, como se esperaba, desmejorado, sin alma ni ideas. Apenas un par de escaramuzas al inicio, Su única ocasión clara, un remate al travesaño de Chaverra.
El grito de gol del Tolima llegó en un momento de lucidez para Jersson González, un alivio que hizo que la gente dejara de mirar el reloj. Y la tranquilidad definitiva la puso el mismo artillero en el complemento, sentenciando el 2-0.
Vendrán pruebas de fuego que sí exigirán el 100% de la capacidad del equipo. Por ahora, queda la sensación del deber cumplido: ganarle, sin brillar, a quienes ofrecen muy poca resistencia
Asi formó el Deportes Tolima: Arquero Cristopher Fiermarín, Defensores, por derecha Yhorman Hurtado, Centrales Jhon Quiñonez y Anderson Angulo, por izquierda Samuel Velásquez, mitad de campo Brayan Rovira, Juan Pablo Nieto, Delanteros, Kevin Pérez, Jersson González, Mauricio González y Adrián Parra.
Ingresaron: Cristiam Trujillo x Quiñonez, «Tatay» Torres x Pérez, Cristian Arrieta x Nieto, Yoirmar Moreno x Jersson González, Gonzalo Lencina x Brayan Rovira.

Foto @cdtolima

Por DPerez

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